Dios dio al hombre una boca y dos oidos para que escuchara mas de lo que hablara...

El lunes 27 de agosto se realizo en el Teatro municipal de la ciudad de Arica la presentación del pianista Michio Nishihara Toro. El concierto de dos partes estuvo matizado por una selección de 15 piezas musicales en la que contaban obras de Chopin, Allende, Soro, Falla y Granados.
La interesante maestría interpretativa de Nishihara Toro se inicio a través de los estudios musicales de Mario Baeza en Antofagasta, más tarde con Oscar Gacitúa en Santiago y posteriormente en el ciclo superior en la Academia de Música de Bydgoszcz en Polonia. Culmina la etapa académica de su formación en el Conservatorio Tchaikovsky de Moscú (en 1997 recibe el “Master of Fine Arts”, y en el 2000 finaliza estudios de post- grado).
La presentación del músico estuvo precedida por un público etariamente variado que disfruto placidamente con las piezas musicales interpretadas por el músico a pesar del frio que logro colarse como un espectador mas, buscando tal vez olvidar las heladas de este último tiempo en la zona. De todas maneras todos nos dejamos envolver por la magia que se genero durante las dos horas que disfrutamos de su música.
Dicen que la música es capaz de doblegar el alma más fuerte, es lo que seguramente padeció Odiseo cuando tuvo que eludir el canto de las sirenas para no ser presa fácil y morir hechizado por aquellas hermosas brujas marinas. La música desde tiempos remotos ha estado presente en las manifestaciones humanas, ya sea como símbolo cultural o simplemente como acompañamiento sonoro de la realidad que a todo momento nos acompaña, como el crujido de una puerta, el canto de un pájaro, el silbido del viento o el ruido del agua.
La música nos acompaña día a día aun cuando estamos dormidos y soñamos en silencio, porque es ese mismo silencio-sonoro que luego recordamos durante el día y evocamos prontamente para luego reflexionar cuando la noche a caído y nos encontramos solos en esa oscuridad, en esa soledad penetrante que cobija por dentro y que guarda cómplice nuestros mas íntimos secretos.
La música es la amante perfecta en todos los sentidos, ya sea cuando estamos solos o acompañados, no solo guarda sensaciones y sentimientos sino que también retiene recuerdos y tiene la facultad de teletransportar. Si, lo digo, el hombre no ha inventado la maquina del tiempo pero ha tenido algo mejor que eso a través de esta dama universalmente conocida y por todos constantemente solicitada, ya sea como la protagonista de una tragedia clásica o la señorita de vodevil que a todos complace con su encanto y a la cual todos acuden para divertirse, disfrutar, olvidar o simplemente soñar.

Más info en www.nishiharatoro.com